En los perros, la adolescencia comienza aproximadamente a las dieciséis semanas y puede extenderse hasta los dos o tres años de edad. dependiendo del tamaño y la raza del perro. Al igual que con los adolescentes humanos, la adolescencia es un tiempo intermedio para perros: ya no son cachorros, ¡pero tampoco son adultos! Y aunque en ocasiones puede parecer difícil soportarlo, recuerda que tu perro está pasando por una importante etapa de desarrollo. Con paciencia, consistencia y entrenamiento claro, puedes ayudar a tu perro adolescente a navegar este período y convertirse en un maravilloso perro adulto.
Características clave del desarrollo de los perros adolescentes
Cerebro adolescente: Aunque tu perro adolescente pueda parecer un adulto, probablemente no actúa como tal. En los perros, como en los humanos, el cerebro madura de atrás hacia adelante. Los lóbulos frontales del cerebro de tu perro adolescente no han terminado de desarrollarse, lo que significa que su capacidad de autocontrol es limitada. Tu perro simplemente no puede evitar ser impulsivo.
Mayor reactividad emocional: Los perros adolescentes son más fáciles de sobre estimular que los cachorros o los perros adultos y tienen un tiempo más difícil para equilibrarse nuevamente. Tienden a buscar formas de satisfacer su necesidad de más emoción y aventura, escapando de su jardín, patio o casa, y deambulando por el vecindario (estos comportamientos se pueden reducir con paseos estimulantes con sus dueños en donde se mezclen olfato, juegos de alta actividad física, y recorridos variados).
Más vulnerable a los efectos dañinos del estrés: Debido a que el cerebro de tu perro adolescente aún se está desarrollando, es más vulnerables al estrés. Cuánto más puedas hacer para darle a tu perro un ambiente enriquecido con estímulos diversos acompañado de una guía clara y tranquila, mejor será para su desarrollo.
Dale a tu perro muchas oportunidades para ser un perro feliz. A los perros les gusta cavar, masticar y olfatear. También les gusta rodar en la pasto y barro. Puedes proporcionar salidas seguras para estos comportamientos designando un lugar específico en tu jardín o parque construyendo un arenero específico para tu perro.
Cómo ayudar a tu perro adolescente
Hay varias cosas que puedes hacer para ayudar a que tú y tu perro sobrevivan la adolescencia. Conoce los desencadenantes y anticípate. Los desencadenantes de tu perro pueden incluir otros perros, juguetes, ruido, niños, patinetas o gatos. Debido a que los perros adolescentes reaccionan más rápido y tardan más en calmarse, es importante anticiparte a la reacción de tu perro frente a estos eventos e intervenir antes de que se sobre estimule.
Evita situaciones que puedan sobre estimular a tu perro. Hasta que tu perro haya aprendido a permanecer calmado en una variedad de situaciones, prepáralo para el éxito evitando entornos sobre estimulantes (parques para perros, áreas concurridas, al aire libre, restaurantes y bares, barbacoas, cumpleaños infantiles, etc.).
Organiza paseos con perros amistosos y maduros. Si conoce a alguien con un perro tranquilo y paciente, puede ayudar a tu perro adolescente llevarlo a pasear con él. Esta es una excelente manera de ayudar a tu perro a aprender a mantén la calma alrededor de un perro apropiado. Tu perro puede buscar orientación en el perro mayor. Recompense los comportamientos deseados y evite/ignore los indeseables. Usa refuerzos positivos para enseñar a tu perro a ser educado y tener modales. Usa las golosinas y los juguetes favoritos de tu perro para recompensarlo por hacer lo correcto. Puedes enseñar a tu perro a ‘sentarse’ en lugar de saltar, o para ‘ir a la cama’ en lugar de ladrar a la puerta. Para hacer que las caminatas sean más fáciles, practica con la correa floja caminar y cada vez que esta se tense usa golosinas para hacer que tu perro se percate que sigues ahí y no debe ajar. Aliéntalo a que a que te acompañe en las caminatas de forma calmada.
Proporciona mucho ejercicio y sé consciente de lo que enseña. Hay un viejo dicho que dice que un perro cansado es un buen perro, pero asegúrate que el ejercicio no potencializara su resistencia y amplificara a tu perro. Intenta caminar con muchos descansos para olfatear, o juega a la pelota pidiendo a tu perro buscar y sentarse entre cada tiro. ¡Los juegos de cobro también son un buen momento para practicar “suelta o deja”. Solo juega a halar con el juguete apropiado no con tus manos y brazos, y jugar a luchar con tu perro puede ser una receta para el desastre, ya que le estás enseñando a tu perro que está bien ser rudo con los brazos y las manos. Incluso si te gustan estos juegos, no ayudan a que tu perro esté más tranquilo y juegue bien con tu familia y amigos.
Asegúrate de proporcionar muchos juguetes rellenables para masticar que sean seguros. Enseña a tu perro a usar su nariz escondiendo golosinas en la casa y alentándolo a “¡encontrarlo!” Intenta alimentar a tu perro con un juguete de rompecabezas en lugar de un tazón normal.
Y finalmente ten mucha paciencia y se solidario con tu perro. Recuerda que él está atravesando por un momento de cambios constantes y poco control físico, cognitivo y emocional.
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